Los días solos
La mañana amanece con fuerte oleaje
creando continuamente infinitas orillas,
pero el mar revuelto termina calmándose
dorado por el sol de mediodía .
Las ancianas más madrugadoras
desparecen con el bullicio de las doce,
decenas de barcos decoran el paisaje
dominado por el azul intenso electrizante.
La tarde siempre más vacía
parece atraer algún lector solitario,
que fantasea bajo su sombrilla
con romances en paraísos lejanos.
A nosotros a veces el cuerpo
nos pide el mar de la noche,
el mar de los días solos,
que es cuando respirar mejor.
diciembre 29, 2009 a 11:16 pm
k guai como molan los dias d verano en la playa :D
diciembre 30, 2009 a 3:20 pm
Iba leyendo y sabía que iba a tener un final picantón. Un poema muy acorde con estos días de verano navideño que estamos pasando.
enero 4, 2010 a 3:31 pm
y andar siempre buscando el mar y el cielo, uno en el otro, cada uno en cualquier parte…
enero 5, 2010 a 2:34 pm
Precioso tu comentario! Mil gracias :)
Espero que además de arañar y dejar cicatrices, ayude a curarlas otras veces…
No tengo ni idea de cómo ‘seguir’ tu blog, no hay manera si no es de blogger, ¿no? En fin, a favoritos.